Los 5 errores del emprendedor novato
El contexto económico actual, marcado por una crisis de dimensiones desconocidas hasta ahora −si bien parece que ya va remitiendo−, ha provocado que muchas personas, ante la precariedad del mercado laboral, hayan optado por emprender, poniendo sus propios negocios en marcha o apostando por ser empresarios bajo el paraguas del sistema de franquicias. Sin embargo, en algunos de estos casos son emprendedores por necesidad, no por oportunidad, lo cual genera que se cometan errores importantes en la etapa inicial de su nueva aventura empresarial. Entre los principales podemos enumerar los siguientes:
- No elaborar un buen plan de negocio: antes de poner en marcha cualquier empresa, hay que estudiar y analizar al detalle cada paso que se quiera dar, los costes fijos que va a llevar implícito el proyecto, gastos, ingresos, tesorería, personal necesario, local, previsiones mensuales, semestrales, anuales… sin dejar nada a la improvisación, y jamás abriendo el negocio esperando a ver qué va a pasar.
En el caso de la franquicia, es el franquiciador quien ha de facilitarle todos estos datos al franquiciado, si bien este también ha de hacer un plan de negocio, porque en definitiva es él quien lo va a gestionar diariamente.
- Precipitarse en la apertura: nunca hay que tener prisa a la hora de abrir el negocio. Es fundamental tener clara la ubicación, conocer muy bien la zona, el perfil de la clientela, su poder adquisitivo… En este sentido, hay enseñas que realizan estudios de geomarketing para conocer todas estas variables, que van a ser básicas para el éxito del negocio.
- Asumir costes iniciales innecesarios: especialmente costes en lo referente al personal del que disponer para llevar el negocio; hay que plantearse cuántas personas son realmente necesarias, porque acarrean gastos de Seguridad Social, salarios, retenciones… y eso, en un primer momento, puede lastrar el negocio.
- No elegir la ubicación adecuada: el emplazamiento del negocio es pieza clave para determinar el éxito del mismo, o el fracaso si no se ha elegido adecuadamente. En este sentido, la denominada tasa de esfuerzo del local, es decir, el % que supone el arrendamiento sobre las ventas, nunca debería sobrepasar el 10%, para evitar que se convierta en un lastre. Por eso, hay que elegirlo sin ninguna prisa, porque estamos hablando de que el buen o mal funcionamiento del negocio depende en un 80% de una correcta ubicación.
- Crecer demasiado deprisa: una vez que el emprendedor ha puesto su negocio en marcha y tiene en mente la idea de franquiciarlo, no ha de tener prisa por empezar a conceder franquicias: ha de testarlo primero en centros propios durante más de un año, para luego ir creciendo con sentido común, nunca debe abrir por abrir, porque a medio plazo puede haber problemas por malas elecciones de franquiciados, de emplazamientos…
Así pues, en el manual de cualquier emprendedor han de ir apuntados, entre otros, estos posibles errores que se pueden evitar cometer cuando no se cae en la precipitación y se apuesta por hacer estudios y previsiones detalladas y minuciosas, calculando todo al milímetro.