Los errores más comunes de un emprendedor
Tras una crisis de dimensiones aún desconocidas, el contexto económico actual se ha visto perjudicado, de forma que muchas personas, ante un mercado laboral precario y la dificultad de encontrar trabajo, hayan decidido emprender; abriendo sus propios negocios o decidiendo apostar por convertirse en empresarios respaldados por el sistema de la franquicia.
Aunque existen casos en los que los que deciden dedicarse al autoempleo son emprendedores por necesidad, no por una oportunidad. Este hecho genera que se cometan errores garrafales desde el inicio de la aventura empresarial.
Los principales errores que se pueden cometer, son los siguientes:
- No elaborar un buen plan de negocio: para arrancar cualquier empresa, en primer lugar, hay que realizar un estudio y analizar al mínimo detalle todos los pasos que se quieran dar, por ejemplo: los costes fijos que va a generar la actividad empresarial, los gastos, la cuantía de ingresos, la tesorería, el personal necesario, el local, las previsiones mensuales, semestrales, anuales… Hay que tener en cuenta cualquier detalle sin dejar nada a la improvisación, y sobre todo nunca hay que iniciar una empresa esperando a ver que pasa. En el modelo de la franquicia, el encargado de facilitar todos estos datos al emprendedor es el franquiciador. Aún así, este, debe realizar un plan de negocio, ya que será el encargado de gestionarlo en el día a día.
- Precipitarse en la apertura: para abrir un negocio nunca hay que apresurarse. Es fundamental tener claros detalles como, la ubicación del local, conocer bien la zona, analizar cuál es el perfil de la clientela, su capacidad económica, etc… Es por ello que, algunas franquicias realizan estudios de geomarketing para tener noción de todas estas variables, que son la base para que un negocio alcance el éxito.
- Asumir costes iniciales innecesarios: sobre todo los costes referidos a los empleados que van a llevar el negocio. Primero hay que analizar cuántas personas son realmente necesarias para realizar la actividad, porque estas acarrean una serie de gastos como la Seguridad Social, sus sueldos, las retenciones… que pueden lastrar el negocio, desde el inicio.
- No elegir la ubicación adecuada: la localización del negocio es un pilar fundamental que determina el éxito o el fracaso del mismo, si no se ha elegido de forma adecuada. Por lo que respecta a ello, lo que se llama la tasa de esfuerzo del local, es decir, el porcentaje que supone el alquiler sobre las ventas, en ningún momento debería exceder el 10%, para evitar que este sea un lastre. Esta es la razón de que la elección del local debe ser meditada y tomada sin prisa, ya que, el éxito del negocio depende en un 80% de la ubicación del local.
- Crecer demasiado rápido: tras iniciar el negocio y tener en mente la idea de crecer mediante la franquicia, es importante no comenzar rápidamente a conceder franquicias. Es importante, testar el negocio, primeramente, en centros propios, durante un periodo de más de un año, para, posteriormente, crecer con sensatez, ya que a medio plazo se pueden acarrear malas elección de franquiciados, ubicaciones…
Así pues, antes de iniciar cualquier negocio, un emprendedor debe tener en cuenta como mínimo estos consejos, para poder evitar errores que pueden lastrar el negocio. Por ello, es imprescindible realizar estudios y previsiones detalladas.