Los mercados municipales, nuevo objetivo de las franquicias
A lo largo de la historia, la actividad comercial siempre ha determinado la organización de las ciudades, promoviendo la actividad, éstas se han estructurado en torno a las áreas de comercio. Así, donde ha habido comercio han aparecido las residencias, la vida social, la cultura, el turismo o las industrias.
Los mercados municipales surgieron a finales del siglo XIX en lugares donde ya existían mercados al aire libre. La intención era remediar los problemas de suciedad que conllevaban este tipo de mercados callejeros y el tráfico que estos provocaban, ya que atraían a vendedores y compradores que se acumulaban en las calles cercanas. Durante unos años, los mercados municipales fueron relegados por la aparición de las grandes superficies, haciendo que muchos de ellos desapareciesen. Sin embargo, ante las oportunidades que estos mercados promueven, una nueva tendencia gana protagonismo: la rehabilitación o reconversión de estos centros comerciales.
Varios son los proyectos en nuestro país que con este objetivo proponen un cambio de imagen para los mercados tradicionales. Todos buscan revitalizar los mercados de distrito y los centros comerciales de barrio para aumentar su competitividad y consolidar su papel de referente en la compra cotidiana y de proximidad. éstos pueden suponer también grandes ventajas para las franquicias, ante la posibilidad de ubicarse en los locales que los integran, contribuyendo a su desarrollo y expansión.
En la Comunidad de Madrid existe un plan específico para la rehabilitación y mejora de mercados y galerías comerciales. Para la modernización de los 50 mercados municipales madrileños, el Ayuntamiento ha tomado como referencia el Estudio Global de Optimización de los Establecimientos de Comercio Agrupado de Titularidad Municipal de Madrid, elaborado por Mercasa. En él, se analiza la situación actual y se proponen actuaciones de mejora para los mercados municipales madrileños.
El estudio constata que a pesar del fuerte aumento de la competencia de los centros comerciales, los mercados municipales siguen canalizando un tercio del consumo alimentario total y más del 50 por ciento en productos frescos. Tal y como queda reflejado, los mercados municipales deberían jugar la baza de la proximidad para intentar hacer sombra a las grandes superficies.
Una de principales actuaciones dentro del plan de transformación de Mercados de Madrid, es la remodelación integral del mercado de San Enrique, en el distrito de Tetuán, que se convertirá en un centro comercial en el que se combinarán los puestos de alimentación fresca con la oferta de una mediana superficie. Además, el proyecto contempla el refuerzo de la estructura, la impermeabilización y mejora de la cubierta, la renovación de la totalidad de las instalaciones y la fachada, la supresión de barreras arquitectónicas y la instalación de dos ascensores y dos montacargas.
De igual forma, el paso del tiempo convirtió al mercado de San Martín, en San Sebastián, en un lugar no acorde con su ubicación, en el centro de la ciudad a escasos cincuenta metros de la catedral. Por lo que el Ayuntamiento decidió recuperarlo creando en su lugar un nuevo centro comercial que incorpora a parte de los asentadores del antiguo mercado, así como un gran supermercado y dos potentes polos tractores: Fnac y Zara. San Martín cuenta además con un amplio aparcamiento subterráneo, un gimnasio y pequeñas tiendas especializadas.
Algo más original será el futuro del mercado de San Miguel, en Madrid, donde convivirá la venta tradicional de alimentos con la posibilidad de degustarlos en el propio recinto en bares y restaurantes. La idea es crear un centro comercial y gastronómico con actividad cultural añadida. El proyecto podría extenderse a otros mercados de la capital como el de La Cebada.
En principio, la oferta de los mercados tradicionales se centra en el sector alimentación por lo que se hace necesario diversificar la propuesta comercial para atraer un mayor número de clientes y recuperar estos espacios para las ciudades. Ideas no faltan, desde incorporar medianas superficies dedicadas a la electrónica, la moda, los juguetes, el bricolaje o los electrodomésticos, hasta la integración de espacios dedicados al ocio y al cuidado personal. Los mercados representan nuevas oportunidades para las franquicias, ya que ofrecen ubicaciones para sus firmas, ante el creciente problema de escasez de locales, especialmente en las zonas más céntricas de las grandes ciudades. Al mismo, tiempo, la incorporación de marcas en los centros municipales puede actuar como reclamo para los clientes.
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