Negocios unipersonales en franquicia
El sector de la franquicia permite plantear un negocio de múltiples formas, ya que existe un vasto repertorio de negocios en régimen de franquicia que pueden ser dirigidos por una o como mucho por dos personas, es decir, el franquiciado y un empleado a su servicio. Al principio una persona es suficiente para llevar el negocio, aunque una vez orientada y asentada más o menos en la empresa es recomendable contratar a otra persona.
De esta manera, el franquiciado puede dedicarse exclusivamente a la captación de clientes y la persona contratada, enfocar su función al trato directo con el cliente en el punto de venta. También, su labor se puede traducir en la visita al cliente final para ofrecerle la venta de su producto o servicio y aumentar así la cartera de clientes del franquiciado. Pero normalmente es este último el encargado de hacer esta cartera de clientes y quien se tiene que formar los conocimientos necesarios para que la marca crezca y se consolide en el mercado.
Por otro lado, existen enseñas de múltiples y variados sectores como complementos, decoración y hogar, regalos promocionales, servicios financieros, etc., que permiten planificar a un potencial franquiciado un concepto de negocio interesante y sin ningún tipo de complicaciones.
A estos factores ventajosos hay que adjuntar el ahorro en el coste de personal, la exclusividad de zona que suele establecer una enseña para cada franquiciado, (dependiendo de la densidad de población que exista donde opere) y la conciencia de que éste es el propio jefe de su negocio, una firma por lo general ya consolidada en el mercado.
En cuanto a la principal desventaja que se presenta en un negocio en franquicia unipersonal (en el caso de que no disponga de ningún empleado), es que en caso de enfermedad o durante el periodo de vacaciones al franquiciado se le plantean dos opciones: contratar a alguna persona que tenga la experiencia suficiente para sustituirle, lo cual se puede convertir en una odisea, o paralizar el negocio, lo que supone un estancamiento temporal que puede castigar el desarrollo del negocio y la consecuente pérdida de pedidos y clientes.
Además, la dimensión del establecimiento determina en muchas ocasiones el carácter unipersonal o no del negocio. Por ello, los franquiciadores que han intervenido en este artículo (ver abajo) tienen en cuenta esta variante a veces crucial, a la hora de determinar si un negocio de sus características puede cumplir los requisitos del autoempleo y de su carácter unipersonal.
En otras ocasiones no es un requisito indispensable la existencia de un local para trabajar, aunque esto no suele ser lo más corriente. Los que prescinden directamente de ellos (un nuevo ahorro en el ‘debe’ de la inversión inicial), se reducen al trabajo con un teléfono móvil y un portátil, este último para permitir la posibilidad de ofrecer los servicios de su enseña. También, en otros casos, la actividad empresarial se puede llevar directamente desde el hogar del franquiciado, por lo que el ahorro de costes no obliga, sobre todo en los inicios, a que esta persona tenga que desembolsar una cantidad generalmente cuantiosa en la mayoría de las ocasiones por el alquiler de un local.
Sectores como servicios a empresas o de nuevas tecnologías, en este caso sin la obligación de tener que disponer del local, corners (del sector heladerías, por ejemplo) y servicios de financiación que pueden operar perfectamente con apenas unos metros cuadrados, constituyen la muestra de conceptos de negocio perfectamente asequibles para el perfil de emprendedor de un negocio unipersonal.
Pero a veces la opción del trabajo desde el propio hogar del franquiciado es inviable. Hablamos de negocios de sectores (moda o joyería y bisutería, por ejemplo), en los que el local se vuelve protagonista del funcionamiento de la enseña. Otro motivo por el que hace falta local es cuando la actividad diaria y la planificación del trabajo demanda un local acorde al crecimiento del negocio.
Negocios (casi) unipersonales en franquicia: opinión de franquiciadores
Carlos Royo, Director General de Financar
Efectivamente, una de las posibilidades de nuestro negocio es que sea unipersonal, de hecho la oficina piloto está gestionada por un sólo empleado. En el caso de que fuese unipersonal la central presta servicios de apoyo en la gestión y administración y el franquiciado de lo que debe ocuparse es de mantener una cartera de clientes viva y dinámica, y del contacto personal con el cliente, además, de ocuparse por supuesto de la operativa propia del negocio, esto está pensado para oficinas en núcleos de población pequeños.
Como ya te digo, nuestra oficina piloto está basada en esa idea y de hecho los números y resultados del 2004 y de lo que llevamos del 2005, respalda con muy buenos números su funcionamiento.
Fernando Sacedo, Director de Expansión de Amelia Aran
Lo habitual son tiendas de entre 120 a 150 m2, y la venta debe ser muy personal. Hay que ser conscientes de que cuando alguien se va a gastar 6.000 € en la habitación de su crío quiere que le atiendas largo y tendido, por eso en nuestro negocio es indispensable que estén en tienda 2 personas. Aunque también se podría plantear la posibilidad de una sola persona respaldada por el equipo de decoración y logística de la central, en un local de centro comercial de 80 metros cuadrados.
En ese caso, el franquiciado debería ocuparse solamente de la relación comercial con el cliente y un equipo de la Central de franquicias se ocuparía de prestarle un servicio constante en decoración, logística y servicio post-venta.
Sergio Solís, Director de Expansión de Capital Credit
Aunque en la operativa de la oficina franquiciada necesitaría dos personas más, cabría la posibilidad de que, tan sólo con una cartera de clientes y sin oficina, fuera colaborador de la oficina franquiciada más cercana a sus posibles clientes, pero nunca colaborador directo de central.
Teresa Vaquero, Directora de Expansión de Pili Carrera
Aún en un espacio de venta pequeño, de aproximadamente 70 metros se necesitan dos vendedoras. Pero la dirección y gestión del negocio puede llevarlo a cabo una sola persona, el franquiciado.
La cartera de clientes no se la entrega la central, se hace a partir de la apertura con la gestión del día a día, dado que la marca Pili Carrera tiene 44 años y es bien conocida en todo el territorio nacional. Podemos pensar que hay una buena cartera de clientes que buscarán el producto por su marca y por las garantías que nuestra marca ofrece. Por supuesto, siempre trabaja respaldado por la central.
Luis Quilez, Jefe de Expansión de Carte d´Or
En Carte d´Or existe una opción que se trata de tener un local muy pequeño (corner) y muy bien situado que permitiría llevarlo una sola persona, pero claro dependerá de la zona y debería establecer un horario que cubriese la mayor afluencia de gente. La central le apoyaría en la formación, acciones de marketing, y desarrollo de productos rápidos y fáciles de confeccionar, con envases para llevar (to go).
Puede ser de carácter unipersonal, de hecho casi la totalidad de las franquicias que tenemos en Pfc nutricosmetics en la actualidad tienen esa forma. Ten en cuenta que nosotros partimos de un local de 50 m2, por lo que su gestión no implica a más de una persona, salvo para establecer turnos.
El apoyo de la central lo tienen siempre pero, en nuestro caso, al tener 2 tipos de clientes, profesional y cliente final, es recomendable que visite a centros de estética, peluquerías, masajistas, Spas y se ofrezca como venta a profesional. A las franquicias les insistimos en que este tipo de cliente es muy importante cuidarlo (como a todos, ya se sabe la máxima de “El Corte Inglés”) porque actúan como prescriptores y recomiendan luego el producto.