¿No será que hay muchas ferias?
Sin duda cualquier tipo de feria, al margen de obtener los deseados resultados de ventas, es un punto de encuentro para tomarle el pulso a la actividad que estamos desarrollando.Los miembros más destacados de nuestra actividad laboral se reúnen para exponer su concepto pero también para conocer de primera mano la situación del sector y su posible evolución en los próximos años. Esto también nos da la oportunidad a los informadores de conocer más profundamente que piensa, que siente y que desea el expositor.
El tercer día de feria, tras unas jornadas feriales anteriores más bien tranquilas, las conversaciones en los corrillos giraban entorno a la poca afluencia de público y si cabía la posibilidad de que el mundo de la franquicia sostenía demasiadas ferias a lo largo del año. El razonamiento de uno de los franquiciadores era bastante lógico: analicemos otros sectores. El sector turístico, motor económico de España, tiene una gran feria FITUR. El sector informático, generador de un gran volumen de negocio, cuenta con una gran feria el SIMO. Y así podríamos enumerar algunos sectores más.
Si estudiamos cuantas ferias de franquicias se celebran en Europa podríamos contarlas con los dedos de la mano. En cambio, España por si sola cuenta con unas 8, de las cuáles tres de ellas se consideran de alta importancia. ¿Tiene nuestro país un sistema de franquicias tan importante como para sostener tantas ferias? Expliquémoslo de otra manera. ¿Tienen los franquiciadores españoles capacidad económica para asumir entre tres y cuatro ferias al año?
Jesús Pegalajar, director de marketing y franquicias de Tiendas UPI afirmaba, desde su punto de vista, que había habido “menos stands, menos asistencia de público y más abierto a otras fórmulas comerciales que nada tienen que ver con el inicio del Salón y que no era otro que el de punto de encuentro de las franquicias”.
No cabe duda que también existen opiniones satisfactorias y que las opiniones negativas podrían cambiar si los contactos realizados en la feria fructificaran en contratos para las cadenas de franquicias. Pero sin emitir juicios de valor y ciñéndonos a los visto es que este año se ha notado menos público aunque, al Cesar lo que es del Cesar, el visitante era más profesional y tenía las cosas más claras que en ediciones anteriores.
¿Qué está pasando?
Lo expuesto en los párrafos anteriores no es sino un hilo conductor para llegar al tema principal y nunca una crítica hacia los organizadores de dicho evento, que cuentan con todo mi respeto. ¿No será que hay demasiadas ferias?
Pongámonos en la situación del franquiciador. El presupuesto que una cadena de franquicias se gasta anualmente acudiendo a los tres grandes eventos feriales pueden rondar los 15 millones de las antiguas pesetas, unos 90.000 euros. En algunos casos más. La amortización de dicha cantidad dependerá de los contactos que se acaben materializando en contratos.
Las causas que provocan que las ferias ya no sean como antes las podemos encontrar analizando el desarrollo de la franquicia en España. Un sector más maduro y con menos necesidad de darse a conocer, más información sobre las franquicias en la prensa, guías sobre el ámbito de la franquicia, Internet como herramienta de información, portales especializados en franquicia que proporcionan contactos para abrir franquicias, etc…
Una vez analizado el problema del creciente descontento de los franquiciadores ante la multitud de ferias habría que darle una solución. Aquí es donde nos encontramos otro gran escollo, la gran pregunta del millón. ¿Y qué feria? ¿Madrid, Valencia, Barcelona, tal vez Vigo?
El sector debe reflexionar sobre todos estos puntos y encontrar entre todos una solución coherente y lo menos perjudicial para todo el ámbito de la franquicia. El consenso, tan de moda últimamente, debe regir las actuaciones de un sistema que crece y evoluciona constantemente.