Pachá – Historia de Éxito
PACHÁ: El arte de franquiciar un ambiente
Más que un negocio, Pacha es, en realidad, una forma de vida. Casi más famoso que Studio 54 de Nueva York, Pacha se rodeó en sus tiempos del mayor prestigio y glamour tanto nacional como internacional, convirtiendo sus salas en grandes acogedoras de la denominada «gente de la noche».
Años más tarde, se consolidan cómo una de las cadenas más importantes del sector del ocio y siguen estando en la cresta de la ola. Ahora, acaba de adquirir un hotel que cuenta con 57 habitaciones, de las cuales el empresario espera tener 15 totalmente reformadas para este verano.
Sitges, el inicio
La historia de Pacha va indudablemente ligada a la historia de su fundador Ricardo Urgell y a un equipo que lleva a su lado casi 34 años más con el corazón.
Ricardo Urgell nació en Barcelona y fue nieto y bisnieto de reconocidos pintores barceloneses e hijo de un importante ingeniero. Inició sus estudios de arquitectura y quiso ser aparejador, sin embargo, su espíritu inquieto y creativo le llevó a iniciarse en sus propios proyectos de espacios y decoración antes de finalizar sus estudios.
Con una gran visión para los negocios, como se ha demostrado más tarde, Urgell inició su carrera empresarial a los 23 años con tan sólo una barca que le sirvió para montar una escuela de esquí náutico en Sitges. Con este dinero y una casa que le cedieron sus padres Ricardo inició la aventura de Pacha en los famosos sesenta.
Ricardo vivía por aquella época en la calle del Pecado en Sitges, una calle que en la actualidad alberga toda la movida nocturna de la Costa Brava y que antiguamente era un barrio de pescadores de la población.
Solía invitar a sus amigos a unas copas en la puerta de su casa y fue entonces cuando surgió la idea de crear un negocio en una calle que era lo suficientemente concurrida para albergar un negocio de copas.
Empezó con un bar llamado Tito’s, pero a partir de 1966, fecha de la creación en Sitges del primer Pacha, la historia de Ricardo se funde con la del grupo por él creado. Al Pacha de Sitges, le seguiría el Pacha de Lloret del Mar, en 1970, cuatro años después del primero.
La sociedad inicial fue creada por Jacinto Clarasó y Ricardo Urgell, comenzando ambos una historia de éxito que llega hasta nuestros días. Sin embargo Jacinto, años más tarde, vendió su parte a Ricardo, siendo este en la actualidad socio unitario del negocio.
Ibiza: Impulsora del negocio
Tras su aventura en Sitges, Ricardo llega a Ibiza. Corrían los años 70 y con ellos el movimiento hippie. Ibiza, capital del ocio y abrigo de todas las corrientes hippies de la época vivía en esos momentos su mayor apogeo turístico. Gente de todas las naciones llegaban a Ibiza buscando sol, playa y una vida basada en el amor y la diversión. Desde míticos de la música cómo Bob Marley, Jimmy Hendrix o Pink Floyd hasta artistas cómo Zoe o Pujet Riqués eligieron Ibiza como lugar de residencia e inspiración.
Los primeros años de Pacha coincidieron con este movimiento, siendo la época más divertida de la cadena. Para Ricardo, según cuenta Núria Muñoz, directora de franquicias de la cadena, lo importante es hacer las discotecas, elegir el sitio, levantarlas, la gestión pasa a un segundo plano, aunque no es menos importante.
Pachá Ibiza, el auténtico buque insignia de la cadena, fue levantado en una massía típica de las pitiusas, de paredes blancas de cal y formas simples. Se construyó entre 1972-73, siendo un proyecto de Jorge Goula y decoración del propio Ricardo Urgell.
Fue entonces cuando el dueño de Pacha y su mujer se mudaron a vivir a la isla, donde Ricardo tiene su residencia actualmente. Generar beneficios no obsesionaba entonces y se entendía el negocio más cómo una casa de amigos en la que todos participaban en las actividades que se realizaban.
Así con el tiempo, impulsado por la noche ibicenca, una de las discotecas más emblemáticas de los 70 empezó a ser conocida en el mundo entero, hasta llegar a relacionarse directamente a Ibiza con Pacha. Sus fiestas eran entonces y son conocidas ahora a nivel mundial (Flower Power, Ministry of Sound…) y las cerezas que distinguen a esta marca empezaron a viajar por la geografía española en forma de pegatinas para los coches o carpetas, posters de diseño, calendarios…. Hasta tal punto viajaron, que Ford España S.A solicitó la marca para uno de sus modelos más populares, concretamente el modelo Ford Fiesta Pacha, que según sus fabricantes dio un resultado favorable en sus ventas.
La Expansión llega con Madrid
En la actualidad Pacha Ibiza es la única discoteca de la isla que abre en invierno. En verano sólo esa discoteca genera más de trescientos puestos de trabajo, siendo difícil encontrar a alguien que conozca Ibiza y no conozca Pacha.
Tras los éxitos obtenidos en Sitges y en Ibiza y tras consolidarse como grupo con la apertura durante los 70 de diversas salas a lo largo de la costa mediterránea, el gran salto cualitativo como cadena se da con Pacha Madrid.
Pacha llegó a la capital en el mejor momento, en 1980, cuando en todo el mundo se deshacía en elogios hacia la «movida» madrileña. Perfectamente ubicado, desarrolló un estilo singular en plena «movida» que supuso el verdadero punto de partida para la expansión del grupo por toda España y más tarde en el extranjero.
Con inspiración en el famoso Studio 54 de New York, Pacha Madrid abrió sus puertas el 23 de abril de 1980, siendo tal su éxito que años más tarde se inauguró en su seno el restaurante El Cielo, pasando por el local todo el «Madrid Vivo» de la época. Ricardo recuerda en una entrevista para un periódico local de Ibiza (Última Hora) con mucho cariño esos años: «En la época de la «movida» Madrid era Hollywood, le pegaba 40 vueltas a lo que pasaba en Nueva York. Todo aquello del Studio 54 era nada comparado con lo que teníamos en Pacha de Madrid. Recuerdo que una vez estuve allí y vi a Yul Brynner haciendo cola para pagar su entrada. Eso en mi discoteca de Madrid nunca hubiera ocurrido», cuenta Urgell.
A partir de aquí la cadena comenzó expandirse mediante el sistema de franquicia. El primer Pacha que no tenía a Ricardo por dueño fue el de Valencia en el año 1983, aunque no fue exactamente lo que actualmente se conoce cómo franquicia, si no más bien un acuerdo entre amigos. Nuria Muñoz nos cuenta que ni siquiera se pagó. De forma anecdótica, comenta, Ricard Urgell se cobró esa franquicia en chandals.
Con la base indiscutible del Pacha Ibiza, la consolidación del Pacha Madrid y el apoyo de los Pachas clásicos (durante los 80 se abren hasta 18 salas de Pacha), el grupo inicia una expansión a nivel nacional y se suma a la creciente internacionalización de las empresas españolas, liderando un sector, el del ocio.
En 1987 la cadena realiza su primer desembarco a nivel internacional. Pacha Andorra fue la pionera de la expansión al extranjero, aunque en la actualidad ya no existe. Desde ahí se saltó a Portugal, Buenos Aires, Londres y Bruselas.
Además de esta internacionalización, no hay que olvidar que la cadena realiza fiestas constantemente en América del Norte, Sudamérica y Sudáfrica, por lo que mantiene muy buenas relaciones a nivel internacional. Se trata de intercambios entre discotecas de otros países. El equipo de decoradores, gogo’s, disck jockeys y camareros de Pacha se trasladan a otra discoteca y montan una fiesta al puro estilo ibicenco.
Cerezas y Marca
Aunque todos relacionamos la marca de Pacha con un par de cerezas rojas, esto no es fruto de una estrategia publicitaria acertada y maquinada, sino de una casualidad.
El primer logotipo de Pacha fue un ojo, inspiración de Ricardo en una película de Carmen Sevilla, en la que ella lucía un ojo muy pintado. Las cerezas aparecieron más tarde, sin quererlo ni beberlo. Pacha formaba parte muy en los inicios de una sociedad compuesta por el restaurante El Casino (premio F.A.D de diseño) y una discoteca llamada Equilibrio, situada al pie del Tibidabo de Barcelona. Esta sociedad respondía al nombre de Cerezas S.A, por lo que fue casi una casualidad que Pacha adquiriera uno de los logos que después ha llegado a ser de los más conocidos a nivel mundial.
El nombre, sin embargo fue adquirido a conciencia desde el principio. Pacha es el nombre que se utiliza para describir al embajador de un rey turco. La primera esposa de Ricardo, cuando estaba construyendo la primera discoteca de Sitges le decía siempre que iba a vivir cómo un Pacha y Pacha se quedó.
Existe toda una cultura alrededor de la marca. Desde cerillas, bolígrafos y pegatinas, hasta camisetas, Cd’s y chandals. En el puerto de Ibiza la tienda Pacha ofrece toda clase de delicatessen relacionadas con el tema.
Otro aspecto importante que define a esta marca es la cuidada estética que han mantenido en el diseño de sus posters. Desde el principio un equipo de diseñadores (Jordi Vilà, Carlos Manchón, Juan Gomara, Miquel García Caridad, Toni Riera, Luis Romero, etc.) se han encargado de tener en cuenta las nuevas tendencias y formas de pensar para dar más atractivo a los diseños de los posters y fiestas. Así se han realizado carteles durante años, que se hicieron muy famosos.
Pero el merchandising no es lo único que ha desarrollado esta marca en sí misma. Un productora de disck jockeys: Pacha Records y una discográfica: Pacha Recordings, además de una televisión interna (Pacha T.V), que permite tener en contacto a todos los diferentes locales, son servicios que la cadena pone a disposición de la marca.
Franquicia: Un modelo diferente
Nuria Muñoz, directora de franquicias da la cadena indica que Pacha eligió el modelo de franquicia cómo medio de expansión porque «a la gente le gustaba y resulta un buen sistema de expansión geográfica y reconocimiento de marca».
Sin embargo el modelo de gestión que Pacha realiza sobre sus franquiciados es diferente a otras franquicias.
El montaje de una discoteca no es nunca igual. La elección del lugar, la decoración interior, la música que se escucha cambian en cada sitio. Cada lugar debe adaptarse a su tipo de público, a las tendencias del momento y la estética regional.
Ricardo y su equipo saben, debido a sus años de experiencia, que no podrá ser igual una discoteca en un lugar de playa, donde la estética debe ser típicamente costera, que en la montaña, donde debería ser madera y teja. Y que no es el mismo público el que asiste a una discoteca en Madrid, que el que asistirá en León.
Es en el momento de la elección del lugar, el tipo de piedra y la realización del proyecto cuando más se valora el Know-how de la cadena. Por ello Ricardo Urgell controla personalmente junto a su arquitecto y amigo Jorge Goula, la realización del los proyectos en cada zona, basando su decisión final en años de experiencia en la decoración de locales y las construcciones de exterior.
Una vez la discoteca está en funcionamiento el equipo de Ibiza ofrece ayuda constante al franquiciado, tanto asistencia comercial cómo técnica: consejo sobre fiestas, decoración, música o búsqueda de disck jockeys que de otro modo el franquiciado no podría pagar, pues cada sesión de un disck jockey conocido cuesta aproximadamente unos tres millones. Además el franquiciador pondrá a disposición del franquiciado todos y cada uno de los productos de promoción de la marca.
El hijo pequeño de Ricardo, Hugo Urgell es quién se encarga del control sobre las franquicias, pues poseer un Pacha exige una serie de normas de estética, derecho de admisión, decoración, música, etc… Por ello el perfil de franquiciado es principalmente gente joven con espíritu emprendedor y ganas de trabajar.
Pacha y las nuevas tecnologías
Pacha decidió unirse a las nuevas tecnologías hace aproximadamente diez años. Su página web ofrece todo tipo de servicios, tanto al usuario cómo al franquiciado. A través de ella se realiza e-bussines y servicios de información al franquiciado.
La venta de cualquier producto que Pacha ofrece a través de esta vía permite, tanto a aquellos amantes de la cultura Pacha cómo al propio pacha mantener la tienda física, que tan sólo abre seis meses en verano, todo el año.
Además de las noticias o la programación sobre fiestas, la web ofrece la posibilidad de conectarse a Pacha T.V, una televisión interactiva, que permite mantener conectados a los diferentes Pacha. Esta fue una novedosa idea, que Pacha pretendería trasladar a la pantalla real en futuro, pero que sin embargo debido a su elevado coste aún no se ha realizado.
Otra iniciativa del grupo ha sido Pacha Recordings. El nacimiento de la discográfica anuncia el principio de un gran futuro para el enfoque global de la marca. Establecida en enero, con sede en Londres, el sello ha tenido ya un lanzamiento acertado. Detrás de todo ello, Rui da Silva, un exitoso productor. El primer lanzamiento, Pacha vol1., ha tenido una gran acogida, por lo que tras este, Pacha Recordings dispondrá una editorial para sus propias producciones.
Pacha: Un futuro prometedor
De cara al futuro el ocio es un sector con grandes expectativas. Los expertos calculan que en el año 2005 el turismo facturará en todo el mundo más de 1,2 billones de euros y recibirá 20.000 millones de pernoctaciones. Será, sin embargo, un sector diferente, más atento a los requisitos del cliente y tecnológicamente más avanzado.
Dentro de este sector se sitúa la actividad de las discotecas, que viven en su mayor parte del turismo, sobre todo las situadas en la costa. En España el número de discotecas y salas de fiesta es aproximadamente de entre 6000 y 7000, empleando entre todas a más de 80.000 personas.
El futuro del sector se ve prometedor, como también se ve prometedor el futuro de Pacha. Nuria Muñoz, opina que el futuro de Pacha es seguir creciendo. Para este 2004 se prevén varias aperturas, entre ellas Jaen, Valencia, Uruguay, Lima y Miami. Hoy, Pachá tiene establecimientos en Lleida, Torrevieja, La Pineda, León, Costa del Sol, Mallorca, y por supuesto, Madrid, Ibiza y Sitges. Además cuenta con locales en Buenos Aires, Londres, Suiza, Portugal y Budapest.
La directora de franquicias de la cadena se muestra optimista en relación al futuro de ésta, pero sin embargo es consciente de que no todos los proyectos llegan siempre a buen puerto. Dirigir una discoteca no es fácil, aunque lleve el nombre de Pacha.
De la buena gestión, del trabajo y del entusiasmo depende que ésta se llene todas las noches.