Primera franquicia de un club de alterne en Valencia
Las franquicias, uno de los ejemplos más claro de la globalización económica, llegan ahora al mundo de la prostitución. El club de alterne valenciano Universo Majestic se ha convertido en el primer prostíbulo de toda España que cede su marca a las trabajadoras del sexo. Cuatro mujeres que anteriormente trabajaban en las habitaciones de la popular sala de la capital valenciana acaban de abrir un nuevo establecimiento en la calle Xàtiva con el apoyo de su casa madre.
Pilar Monreal, una de las cuatro copropietarias de Universo Majestic, explica que con la apertura de la «primera franquicia de un mini salón de masajes» ha hecho realidad el sueño que, junto a tres compañeras, le llevó a abrir su sala en 1986: montar locales a otras trabajadoras del sexo a cambio de «fidelizar con la empresa y ser un miembro más de un consorcio que lucha desde hace 20 años por dignificar la prostitución». La idea es sencilla. «Majestic pone en marcha la posibilidad de que las trabajadoras sexuales autónomas que deseen de prestar servicios pasen a crear sus mini Majestic y a gestionarlos ellas mismas de manera autónoma, sin que exista ninguna contraprestación económica, a modo de donación, únicamente de modo altruista, y para cumplir un sueño que la sociedad y los poderes públicos nos niegan o no quieren afrontar desde una perspectiva valiente y progresista que no es más que la regularización», asegura el establecimiento en una nota distribuida a los medios de comunicación.
La sala cuenta desde hace un mes con su franquicia de la calle Xàtiva, «un piso de superlujo» equipado con «jacuzzi, cromoterapia y cuatro habitaciones». Majestic ha pagado todos los gastos de acondicionamiento del local y, de momento, también corre con los gastos de la luz, el agua y la comunidad. El objetivo es que las cuatro prostitutas independizadas de la casa madre alcancen pronto la rentabilidad económica, momento a partir del cual se harán cargo de los gastos corrientes y pagarán mil euros mensualmente a sus benefactoras para que puedan seguir abriendo franquicias. Sin embargo, los vecinos no han acogido bien la iniciativa. Monreal explica que «les hacen la vida imposible, como si quisieran quemarlas en la hoguera» y que han llegado incluso a prohibir a los clientes que suban al piso. Los problemas con la comunidad han llegado hasta el punto de que ayer el local permanecía cerrado.
Aunque de por ahora no hay nada seguro, puede que Majestic abra su próximo minisalón en la isla de Mallorca. Monreal explica, además, que «las playas de Gandia y del Port de Sagunt son zonas ideales para establecerse».