¿Qué esta pasando con Telepizza?
¿El secreto esta en la masa o hay algún secreto más? Desde luego los resultados de esta compañía están cayendo y parece que la gestión que Pedro Ballvé y sus socios están realizando no esta beneficiando a la compañía, y tampoco a sus franquiciados.
Esta semana hemos conocido los resultados que la compañía de comida rápida Telepizza ha obtenido en el último año. “Y no son demasiado buenos”. La empresa ha tenido unas pérdidas de 13,63 millones de euros en 2003. La cadena ha tenido que cerrar numerosos establecimientos, principalmente en el extranjero, terminando el año con 716 establecimientos, en comparación con 858 en el 2002.
En los primeros nueve meses del 2003, las ganancias netas de Telepizza cayeron 89 por ciento y la compañía explicó que los resultados se habían visto afectados por las provisiones para sus inversiones en México. En diciembre, la compañía anunció el cierre de sus operaciones en México y Francia, terminando sus acuerdos con los socios Grupo Campero y RM Maste respectivamente, lo que les ha supuesto un cargo extraordinario de unos 33 millones de euros.
No es la primera vez que el grupo español fracasa en su intento de exportar el concepto Telepizza al extranjero. Reino Unido, Bélgica, Grecia y Marruecos han sido otros mercados que la compañía ha intentado explotar sin ningún tipo de éxito.
Pero no sólo en el ámbito internacional, la estrategia llevada a cabo por la compañía de comida rápida ha fracasado. Muchos son los proyectos que la compañía diseñó para ponerse en marcha y no han despegado, con el consiguiente coste para la empresa.
La entrada de Pedro Ballvé como presidente de Telepizza trajo una venta o absorción de una compañía poco conocida hasta el momento: Telechef. Para esta absorción se encargó una auditoría a Lehman Brothers que afirmó que la compañía podía valer en el mercado unos 12.000 millones de las antiguas pesetas. Esto quedaba en entredicho cuando en un diario económico (Diario Expansión, 10 de noviembre de 1999) se referenciaba que en los 9 primeros meses del año 1999 había perdido la cifra de 950 millones de pesetas. Si esto es así, es muy posible que la compañía terminara el año perdiendo la cantidad de 1.260 millones de pesetas.
Lehman Brothers justificaba esta venta alegando que esta compañía tenía 39 establecimientos y aportaba unas ventas anuales de 1.550 millones de pesetas a Telepizza, lo que no comentaba era que acumulaba unas pérdidas anuales de 1.260. Es decir, perdía 81 pesetas de cada 100 que se facturaban.
Pero abandonando un poco los número y focalizándonos en el negocio, muchos expertos en el sector comida rápida vaticinaban que la venta a domicilio no se podía basar en la oferta multiproducto (pizza, hamburguesa, hot dogs) sino como complemento a la venta del producto original, como luego los hechos lo han confirmado.
Suma y sigue
Otro proyecto que no llegó a buen puerto a mediados de 2001 fue la puesta en marcha de restaurantes con la marca La Piazza para competir en el mercado fuera del hogar.La cadena preveía la apertura de 120 establecimientos en tres años, la mayor parte de ellos bajo el sistema de franquicia, y en tres formatos diferentes, dependiendo de su ubicación en centros comerciales, chalés y locales dentro de la ciudad.
Pero, poco después, y alegando una fuerte competencia, decidieron desprenderse de los primeros establecimientos piloto que se habían realizado, para centrarse de nuevo en su negocio tradicional de la distribución a domicilio.
Y no hay dos sin tres
Desde luego, y basándonos en realidades no en hipótesis, la estrategia llevada a cabo por el equipo directivo de Telepizza ha llevado a la compañía a una situación grave por primera vez en su historia: entrar en pérdidas.
A esto debemos sumarle que una de las fuerzas más potentes que cualquier compañía tiene cuando inicia el camino de la franquicia, sus asociados, tampoco están excesivamente contentos (por lo menos algunos).
En los últimos días hemos conocido que el juzgado de primera instancia de Alcobendas (Madrid) ha admitido a trámite una demanda realizada por la Asociación de Franquiciados de Telepizza por “la constante subida de precios de los productos, por encima de los del mercado, y por la negativa a homologar a proveedores debidamente cualificados, con menores precios, para suministrar los productos que necesitamos” según afirmó Antonio Reguero, presidente de la asociación que representa, según sus miembros, el 60% de las 280 franquicias de la enseña.
Reguero aclaró que la presentación de la demanda responde a la negativa de la dirección a reunirse con la Junta Directiva de la Asociación para tratar de resolver los problemas existentes, a la subida de precios por parte de Telepizza como proveedor exclusivo, y a la negativa a homologar a otros proveedores debidamente cualificados con menores precios para suministrar los productos.
Por su parte la compañía ha manifestado que dichas personas sólo persiguen intereses particulares, puesto que se están negociando la venta de sus franquicias, y que no cuentan con el beneplácito de la mayoría de los franquiciados, ya que sólo se representan a sí mismos.
Dejando un poco aparte este tema, que solucionaran los tribunales, hemos de reconocer que la trayectoria de Telepizza en los últimos años ha decaído y que la figura de Leopoldo Fernández Pujals pesa todavía mucho en esa, su compañía, que supo alcanzar cotas inexplicables de rentabilidad allá por los años 80.