Restaurantes italianos: imprescindibles en el ocio de los españoles
A pesar de los problemas derivados de la crisis como la falta de financiación, que ralentizan el desarrollo de las cadenas de franquicias, el sector de la restauración italiana goza de oportunidades en estos momentos, gracias a factores como el servicio a domicilio o el tique medio, relativamente bajo. Así, las cadenas luchan por diferenciarse en medio de una gran competencia en un escenario donde los grandes grupos de restauración han apostado fuerte con Ginos o La Tagliatella, y a su vez, el resto de las enseñas potencian sus valores añadidos.
Se mueven entre la tradición y la vanguardia, aportando los platos más típicos de la gastronomía italiana o difundiendo la variedad de esta cocina. Las franquicias de restauración italiana han sabido hacerse un hueco en la hostelería de todo el mundo y no podía ser de otro modo en España, donde las coincidencias culturales apoyadas en los lazos de unión de los dos países del Mediterráneo, las han elevado a una de las posiciones principales del sector de la hostelería.
Los menús italianos han demostrado estar escritos en un lenguaje universal. La buena acogida entre los comensales españoles ha incentivado a los inversores a apostar por este negocio pese a su elevada inversión y numerosa competencia. «Son negocios de éxito, muy versátiles, y que dan cabida a toda la familia gracias a la diversidad en los productos», asegura Gonzalo Juliani, del departamento de Expansión de Pasta City, la enseña de comida italiana de Comess Group.
Las ventajas de versatilidad y diversidad se unen a otra característica de estos restaurantes: su tique medio no suela ser muy elevado, por lo que en la actual coyuntura económica son una opción asequible para la economía familiar o las reuniones de amigos.
Y de eso son conscientes los grandes grupos de la restauración. Todos ellos cuentan con una enseña especializada en comida italiana. Del mismo modo que Comess Group cuenta con Pasta City, Il Tempietto pertene al Grupo Zena o Pastafiore a The Eat Out. Sin olvidar la reciente incorporación del Grupo Vips al sistema de franquicias con la cadena Ginos, que se ha convertido en referencia para el sector por su experiencia probada en más de 90 restaurantes propios y con 20 años de vida.
«Tenemos con un gran reconocimiento de marca y ofrecemos una central de franquicia con un grupo potente detrás para el franquiciado», informa Paz Serrano, directora de franquicias del Grupo Vips, quien además explica su adhesión al sistema de franquicias como «una consecuencia lógica de la evolución de nuestra estrategia empresarial para ampliar las líneas de negocio de la empresa y representa una vía de crecimiento adicional que va a contribuir a consolidar nuestra expansión a nivel nacional».
Pero si Ginos se ha convertido en una de las principales enseñas del sector en franquicia, la apuesta de Restauravia Foods, La Tagliatella tampoco se queda atrás. Con más de 80 restaurantes en su haber, desarrollan «un proyecto con una central de producción que engloba un procedimiento de integración vertical, que nutre a nuestros restaurantes de un producto exclusivo de alta calidad, con una ambientación muy acogedora, acompañada de un servicio dinámico y eficiente», declara Juan Ramón Hernández, director de expansión de la cadena.
Lejos de los planteamientos pesimistas derivados de la crisis económica, La Tagliatella tiene previstas «15 nuevas aperturas entre restaurantes propios y franquiciados, lo que nos permitirá liderar el mercado nacional en nuestro segmento», señala Hernández.
Aunque todas las enseñas reconocen los problemas que suponen la falta de financiación por parte de las entidades bancarias para el desarrollo de las franquicias, muchos destacan «el momento de fuerte corrección, donde los conceptos con estructura pueden consolidar su posición en el mercado», como expone el director de expansión de La Tagliatella.
El mayor reto al que se enfrentan estos restaurantes es a la dificultad para diferenciarse sin perder su tradición italiana. En el caso de Crapa Pelata, su apuesta por un producto único: la pizza. Aunque el calificativo de único no resulta el más correcto si tenemos en cuenta que tienen más de cien especialidades, «además de la variedad, nuestro valor añadido es la calidad. Para nosotros es más importante la fidelización del cliente que los márgenes de beneficio», declara el presidente de la enseña Andrea Minotto.
En este caso, también han visto cómo la crisis puede suponer una oportunidad, «sobre todo para el servicio a domicilio, en el que hemos visto como algunos de nuestros locales facturan el 40% más que el año pasado, aunque es cierto que en los restaurantes se ve menos movimiento», asegura Andrea Minotto, «la gente se está acercando, cada vez más, a las costumbres europeas de salir menos entre semana y pedir la comida» .
La diferenciación entre las enseñas que operan en el sector radica en la incorporación de nuevos platos en la oferta, pero también en el formato de la presentación de los mismos y en los elementos decorativos que acompañan a cada cadena de franquicias. Y éste es el factor que potencian cadenas como Sorsi e Morsi, que destaca por «ser auténticamente italianos, pero no típicamente italianos», como indica su lema que consiste en «ser italianos fuera de italia, evitando los tópicos de los restaurantes italianos en el extranjero con el objetivo principal de que el cliente regrese», asegura Laura Motolese, responsable de Marketing. La enseña es un concepto reciente, que ha consolidado los primeros restaurantes en Valencia y que ofrece un ambiente moderno. Su intención es la de abrir cinco restaurantes este año para llegar a los ocho establecimientos.
En el caso de Tot Pizza, esta enseña inició su aventura a finales de 2002. Su gran aceptación ha llevado a sus dueños a iniciarse en el mundo de la franquicia tras haber abierto tres locales propios. La inversión para poner en marcha un local de Tot Pizza es de 200.000 euros.
Con más de 10 años de experiencia se encuentra la cadena La Bámbola. Con 14 establecimientos abiertos, Paco Rodríguez, el Director de Compras, asegura que «nuestra intención es acabar el año con otras 15 unidades de negocio en todo España. En su despegue como grupo, los Restaurantes La Bámbola se encuentran ya instalados en importantes núcleos de población de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana.
Esta competencia, que supone la existencia de 21 enseñas operando en España, según recoge la guía «500 Franquicias donde invertir» de la consultora Tormo &, Asociados, ha llevado a cambiar la fisonomía de las franquicias de gastronomía italiana, en el sentido de que los locales a pie de calle son ubicaciones cada vez más difíciles, por lo que los centros comerciales se han erigido en la gran posibilidad para su desarrollo.
El emprendedor que desee entrar en el negocio tendrá que invertir inicialmente un mínimo de 100.000 euros por local. Es una inversión muy considerable, pero, a la vez, las expectativas son magníficas, y, haciendo la media por redes, hablaríamos de un plazo de recuperación de la inversión inferior, por lo general, a los tres años.
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