Sector cervecerías, placeres sencillos en auge
Rubia o tostada, de barril o en botella&hellip, en todas sus variantes el «zumo de cebaba» se ha convertido en una de las bebidas más populares a nivel mundial. Una fama que ha tenido como consecuencia directa el crecimiento de un subsector que destaca por su proyección de futuro, también en franquicia. Las cadenas de cervecerías han sabido adaptar su oferta a la demanda cada vez más exigente, apostado por la diversificación y accediendo a subsectores complementarios, como es el de la tapa.
El aumento del poder adquisitivo, el refinamiento de los gustos de la sociedad y el valor que se otorga al tiempo de ocio son factores que han incidido directamente en la evolución del sector de las cervecerías, un nicho de mercado que presenta unas expectativas halagü eñas gracias al protagonismo de la cerveza entre el resto de las consumiciones.
Las cifras no dejan lugar a dudas. La proliferación de las cadenas de franquicias y establecimientos que se han especializado en la cerveza es prueba más suficiente del tirón que tiene este tipo de negocio en la actualidad, un éxito que ha permitido a estas redes expandir sus conceptos y también continuar abriendo mercado experimentando combinaciones con otros productos también sobresalientes en el sector restauración.
Así, numerosas redes de franquicias -que en 2006 se identificaban como especialistas en la cerveza- han decidido en el presente año trasladar su concepto de negocio al otro subsector de la tapa, un nicho de mercado que ha consolidado un carácter propio gracias a la afición de la sociedad por este producto tan castizo.
De acuerdo con esta tendencia, mientras que en 2006 operaban como cervecerías en franquicia 15 enseñas, a día de hoy una decena de estas firmas han optado por definirse como especialistas en cerveza, centrándose en ofrecer a su clientela todo tipo de marcas y sin olvidar necesariamente otros productos gastronómicos que enriquecen la oferta del establecimiento.
Hablando de locales, este traspaso de franquicias de un sector a otro también se ha dejado notar en el número de puntos de venta, pasado de 623 a 532 cervecerías operando como tal en el territorio español en la actualidad (ver las franquicias que operan).
Cervezas y cervecerías para todos los gustos
En busca de la máxima diferenciación para captar la atención del público y fidelizar la clientela, las cadenas de cervecerías han trabajado por consolidar una imagen de marca en relación con una decoración, un ambiente y unos valores que resulten familiares a corto plazo para los usuarios popularizando la red y provocando su crecimiento.
Una de las empresas que ha sabido explotar al máximo el concepto de imagen de marca es Heineken España S.A., compañía propietaria de las redes Gambrinus, La Amstelería y Guinness Oficial Irish Pub, conceptos ligados además a las marcas de cerveza Cruzcampo, Guinness y Amstel, respectivamente.
En el caso de Cervecería Gambrinus, el escenario idóneo para degustar la mejor cerveza es una típica fábrica de Cruzcampo de principios del siglo XIX, donde además se promueve una amplia cultura de la cerveza que sin duda a calado en el ánimo de los usuarios a juzgar por su popularidad, que se deja sentir en sus casi 200 locales operativos.
También opera bajo el concepto puro de cervecería Guinness Oficial Irish Pub. Con más de 230 locales en el territorio nacional, esta cadena , ha sabido recrear el ambiente del tradicional pub irlandés, un espacio donde se respira la cultura celta y el gusto por la bebida más emblemática de la sociedad en Irlanda.
Por último, La Amstelería, tal y como su nombre indica, representa a la marca cervecera Amstel. Con 19 locales, la cadena más joven de la compañía ha sabido construir un concepto que ofrece un ambiente tranquilo, con todas las comodidades, además de una zona donde el cliente puede servirse así mismo gracias a grifos individuales en cada una de las mesas, un sistema actualmente muy de moda.
Otra opción independiente que cuenta con más de 10 años de experiencia en el sector es El Fraile, red de 8 establecimientos -5 de ellos en franquicia- que consolidó en sus locales la imagen de las antiguas abadías belgas mezclado con toques de modernidad que llaman la atención del cliente, además de ofrecer una extensa selección de cervezas como sus homólogas.
Por su parte, Taberna Bocatín se ha especializado en la preparación de pinchos bajo el formato del tradicional bocadillo con todo tipo de ingredientes, para ofrecer un complemento extra con las numerosas marcas de cervezas que ofrece en sus 36 establecimientos operativos.
Kurz &, Gut es otra cadena de franquicias que ofrece una amplia gama de cervezas, entre las que destaca la cerveza con su mismo nombre, embotellada especialmente para sus establecimientos. En sus 19 locales también se puede degustar la tradicional salchicha alemana como complemento de su producto principal.
Otras redes de franquicias que han hecho de la cerveza su buque insignia son Cervecerías El Manicomio, que ofrece productos especiales para grupos, Tema-Decor, con 3 establecimientos, The City Arms, con 14, y Zapatones, cadena de reciente creación que cuenta con 1 local vinculado a su concepto.
Cervecerías, un ejemplo de las ventajas de la franquicia
Abrir las puertas de una cervecería bajo el sistema de franquicias cuenta con numerosas ventajas que colaboran en el éxito del negocio como la ya mencionada imagen de marca, un factor imprescindible para atraer y fidelizar a la clientela a través de una decoración que, aunque supone un gasto, es un valor añadido al negocio.
Pertenecer a una gran cadena supone contar con la orientación de expertos en la materia, por ejemplo a la hora de elegir el local donde ubicar la cervecería. A este respecto, una zona céntrica y comercial es idónea para situar el establecimiento aunque el elevado precio del suelo está desviando la atención hacia los centros comerciales, espacios que garantizan la afluencia de clientes durante todo el año.
Como en todos los negocios el precio es un elemento que marca la diferencia, y en el caso de las franquicias los acuerdos que establece la central así como la economía en escala que se crea beneficia el aspecto económico del negocio, brindando la posibilidad de comprar en origen a un coste especial y ajustar después los precios de los productos.
Finalmente, una red experimentada estará interesada en homogeneizar el servicio y producto en todos los establecimientos de su cadena. En este sentido, la central vela por ofrecer una amplia oferta y además garantiza la provisión puntual de los productos así como transmite un saber hacer idéntico a todos los eslabones de su cadena, de manera que el cliente ya sabe lo que se va a encontrar una vez conoce el concepto y queda satisfecho en todos sus locales.
Aún así, el subsector se enfrenta en la actualidad a una serie de retos por superar, como es la consolidación de un equipo de profesionales en un mercado donde la preparación es muy importante de cara al público. De acuerdo con esto, es habitual hoy en día que las grandes empresas se preocupen por la formación de sus empleados, creando escuelas de hostelería como la Universidad Zena.
Otro tendencia a asumir es la capacidad para adaptar la oferta a la tradición y la cultura de cada zona geográfica, muy ricas en nuestro país. Así, ofrecer un vino en Castilla o un fino en Andalucía es una buena manera de entrar en contacto con la cliente utilizando productos que le son muy familiares.
En esta misma línea, implementar tapas y pinchos a la oferta del local es una baza de éxito en todos los casos, puesto que acompañar una cerveza con lo mejor de la gastronomía española es algo que el cliente sabe apreciar.
En conclusión, además de ofrecer un concepto original es importante adelantarse a las necesidades de consumidor, por lo que muchas cadenas están optando por introducir en sus locales el sistema de autoservicio, así como a sus gustos, relacionados hoy en día con una dieta saludable y productos de calidad.
Un negocio costoso pero agradecido
Montar una cervecería siempre supone un desembolso económico considerable, como ocurre en casi todos los establecimientos que operan en el sector restauración, además de tratarse de un negocio al que hay que dedicar tiempo y atención. Pero sin duda también se trata de conceptos que ofrecen la posibilidad de trabajar en un ambiente distendido, y en permanente contacto con el cliente.
Definiendo una cervecería tipo, la media en cuanta a la inversión inicial se sitúa en los 220.000 euros, además de un canon de entrada que por término medio se aproxima a los 12.000 euros. En concepto de royalties, las cantidades oscilan entre un 3 y un 5 por ciento en explotación y un 1 y un 2 por ciento en publicidad.
Como contrapartida, la facturación media anual se acerca a los 500.000 euros, en franquicias que disfrutan de un contrato de aproximadamente 10 años y que tiene que tener a su cargo a un equipo de profesionales de entre 9 y 10 personas.
En cuanto al local, la media en referencia a las dimensiones adecuadas se sitúa en los 135 metros cuadrados de superficie para un espacio ubicado en una población que supere los 50.000 habitantes.
En definitiva, abrir las puertas de una cervecería bajo una marca ya establecida significa contar con la experiencia de un grupo de profesionales en la materia con un concepto de éxito probado, además de operar en un sector donde la demanda es estable y trabajar con productos muy apreciados, casi imprescindibles, para la clientela.