Un mercado de 2.000 millones para 28 franquicias de moda infantil
A los padres no les duele en prendas el gasto destinado a los más pequeños. Esta es la principal ventaja con la que cuenta el sector de la moda infantil en España. Una característica social favorable que se une a la necesaria renovación constante del vestuario a medida que el niño crece, lo que propicia un nicho óptimo para el desarrollo de cadenas de franquicias. A esta coyuntura se suma el aumento de la natalidad, una fuerte competencia, la originalidad de los diseños y una oferta, cada vez más segmentada, todos ellos motores de crecimiento de este sector.
En cifras, el consumo de confección infantil en España ascendió a 2.131 millones de euros, y la cantidad de prendas vendidas superó los 190 millones de unidades, según datos de TNS Media. Sólo en el segundo semestre de 2007, alcanzó un valor de 1.100 millones de euros y la cantidad de unidades vendidas fue de más de 89 millones. Estas cifras significan un aumento del consumo del 4% respecto a 2006.
Un hecho que no han querido desaprovechar los grandes de la moda como el Grupo Inditex con su cadena de moda infantil Kiddy’s Class, que lleva diez años en el mercado y tiene 136 establecimientos en todo el mundo. La enseña Women’secret del Grupo Cortefiel que también ha apostado por los más pequeños lanzando una línea de niñas que incluye lencería y baño y prestigiosos diseñadores del panorama prèt à porter como Toton Comella, Victorio & Luchino y Adolfo Dominguez, que recientemente ha presentado su cadena Adolfo Dominguez Infantil, siguiendo experiencias de diseñadores de prestigio como Armani o Kenzo.
Al amparo de estas grandes cadenas, un buen número de empresas españolas de este segmento ha apostado fuerte por los mercados internacionales. Esto ha sido posible gracias a importantes reajustes internos en los que a veces la elección ha sido una deslocalización de la producción, potenciando la gestión del diseño, la imagen de marca y el marketing y la comunicación. Tal es el caso de Neck & Neck, presente en Francia, México, Italia o Reino Unido y que quiere abordar el mercado estadounidense. Charanga también ha desembarcado en Portugal, Arabia Saudí, Venezuela, Qatar y Rumanía.
Como resultante de todo ello, el panorama de la distribución de estos productos se ha modificado radicalmente y las empresas encuentran en la apertura de tiendas propias o franquiciadas el modelo idóneo para el desarrollo de su imagen de marcas y extenderla a otros productos complementarios como cosmética, fragancias infantiles y todos los productos asociados al consumo y cuidado de los reyes de la casa, como Bóboli, la apuesta de Star Textil, el concepto de mezcla de mobiliario, textil y productos de higiene de Juegos y Sueños, Premamán, que también incluye en su oferta artículos para la mujer embarazada o Fantasy Store, que cuenta con la licencia de Disney y Warner para sus artículos.
Así, las posibilidades que ofrece este mercado incentiva la creación de nuevas enseñas que apuestan por la innovación y la novedad, aunque también favorece el crecimiento de cadenas consolidadas que ofrecen su experiencia como un valor añadido a su propuesta como es el caso de 7 Colores con un concepto de tienda sencillo y más de 200 cadenas en España, el concepto americano de Metro Kids Company U.S.A, los característicos diseños de KL2, By Kaleidoscope o las colecciones atemporales de Little Kings.
Según la guía de Franquicias 2008, que publica Tormo & Asociados, el sector facturó más de 287 millones de euros y tuvo una inversión de casi 100 millones de euros. En España operan 28 enseñas que han conseguido establecer 1.234 tiendas.
En definitiva, las enseñas de ropa infantil han sabido desarrollar sus propios diseños, han investigado tejidos y nuevas formas de producir más baratas manteniendo la calidad consiguiendo aumentar su número de establecimientos y facturación en un mercado completamente dinamizado.
Por otro lado, las grandes superficies suponen todo un reto al que se tienen que enfrentar estas cadenas de franquicias, que ocupan una parte muy importante del mercado y aprovechan la necesidad de las compras de gran consumo para ofrecer otro tipo de productos como la moda infantil. En esta línea ha trabajado Kiabi, que con su modelo de gran superficie ofrece artículos textiles de moda para hombre y mujer incluye su línea para los más pequeños en su concepto de precios bajos.
No obstante, por número de prendas vendidas, el estudio de TNS Media revela que el canal preferido fue la cadena monomarca, con un 24,10%, seguida de los hipermercados, con un 21,90%.
En esta lucha de competencia con las grandes superficies ha surgido la tendencia que impulsa a las cadenas de franquicias a instalar sus tiendas en grandes centros comerciales, espacios donde se concentra gran parte de la oferta que responde a las necesidades de las familias de hoy en día, que no dudan en desplazarse hasta estos emplazamientos para facilitar la ardua tarea de las compras.