Venta y fusión de empresas: una solución para tiempos de crisis
Cada vez son más las pymes que echan el cierre antes de sopesar las diferentes opciones que existen para sobrevivir. La fusión o la venta son oportunidades viables para dar continuidad a las empresas que casi no se tienen en cuenta por los empresarios. Esta tendencia, además de permitir la prolongación de los negocios que atraviesan malos momentos, es un medio para aquellas enseñas que buscan más potencial para crecer.
En un año de reajuste en el sector de la franquicia, como éste al que parece que nos enfrentamos, la venta y las fusiones y adquisiciones se han convertido en una oportunidad para dar viabilidad a aquellos proyectos que han tenido problemas de financiación económica. Estas opciones de venta, y sobre todo la de fusión de pymes, son muy poco valoradas por los empresarios, y en realidad surgen como una posibilidad aceptable para continuar con la actividad de los negocios.
Las fusiones, adquisiciones y agrupaciones de cadenas están respondiendo a un efecto de la economía empresarial. Por un lado, estas actuaciones son diferentes formas de crecimiento de una empresa ya que en la medida en que una enseña crece busca más potencial adquiriendo redes o la necesidad de grandes grupos con capacidad para crecer que piensan que es más fácil contar con redes ya en funcionamiento que poner en marcha las suyas desde cero.
Por otro lado, para las empresas adquiridas se produce una ventaja en cuanto a la competitividad por lo que supone el respaldo de un grupo fuerte detrás para afrontar la crisis.
Un estudio reciente llevado a cabo por el portal Business For Sale y divulgado por la franquicia, especializada en la intermediación de compra y venta de pymes, VR Business Brokers, revela que el 62% de los brokers de negocios contestaron que necesitaron nueve meses desde la firma de un mandato de venta hasta el cierre de una operación. Sólo el 28% indicaron que el mismo proceso les llevó casi seis meses.
Nueve meses o más para vender una empresa, mientras que en 2008, el estudio apuntó que el promedio podría situarse en 10,7 meses. La forma en que estos periodos se están alargando lleva a pensar que el cierre de una operación no puede producirse antes de un año o más, lo que puede suponer una pérdida de tiempo grave, que finalmente se traduce en pérdida de dinero, para las empresas implicadas.
El estudio aporta que gran parte del problema viene por la vigencia de los mandatos de venta establecidos de 6 a 12 meses. Con estos promedios, el tiempo pierde su importancia. Sería interesante ver cómo se desarrollaría el proceso si se regulara el tiempo de vigencia de los mandatos de venta limitándolos a 90 días.
Una vez firmado el mandato de venta, es aconsejable publicitarlo inmediatamente para darlo a conocer a posibles empresas interesadas teniendo toda la información necesaria recopilada. También es aconsejable facilitar la copia del mandato de venta a otros socios de la empresa, en el caso de que se tengan. Quizá alguno de ellos tenga algún comprador interesado en un negocio de estas características.
Para acelerar la venta, un broker de negocios tiene que preguntar al vendedor si alguien se ha interesado, en un momento dado, por su empresa o ha intentado saber si está en venta. Muchas veces el vendedor puede haber tenido contacto con un potencial comprador para su negocio. Además, debe estar al tanto de las asociaciones empresariales del sector en el que se mueve. A través de sus páginas webs y publicaciones, dichas asociaciones pueden ser un canal adicional para la búsqueda de compradores.
Servicios es el sector más proclive a estas soluciones
Son muchos los sectores que se acogen a operaciones de este tipo para buscar una solución de continuidad, aunque no todos lo utilizan con la misma intensidad. El sector de servicios es el predominante en estas operaciones, alcanzando casi la mitad del total, con un 48,4%, según el estudio Informa de movimientos empresariales, realizado por Informa D& B .
Le siguen las actividades de comercio con un 20,4%, aunque si se consideran juntos los dos grupos en los que se han dividido las ramas manufactureras, son estas actividades las que se colocarían detrás de los servicios no comerciales, con el 22,8%.
El sector de la construcción se sitúa a continuación, con un porcentaje mucho menor y aportando sólo el 4,5% del total de las operaciones realizadas. El siguiente es el sector agrario, que ocupa un 2,3% del total, y por último, el sector de extracción no realiza casi fusiones ni adquisiciones, y se sitúa con un 1,6% en última posición.
Para el futuro la venta, fusión y adquisición serán una tendencia general en todos los sectores. En una consulta a 164 ejecutivos europeos, el 51% asegura que mantiene planes de fusiones y adquisiciones y que los resultados de 2008 no les hacen echarse atrás. De hecho, un 16% asegura que la crisis anima a apostar más si cabe por las operaciones corporativas y un 6% habla de «fuerte incremento» en sus expectativas de que su compañía se fusiones con otra. Sólo un 27% cree que ahora no es el mejor momento para este tipo de operaciones.